El deporte se ha convertido en un motor económico y social clave para las ciudades que buscan crecer, innovar y diferenciarse. En este contexto, eventos como la G-RACE Almería han demostrado ser mucho más que una simple competición: son experiencias que combinan desafío, participación masiva e impacto económico.
Con un formato innovador, accesible para corredores de todos los niveles, la G-RACE está revolucionando el panorama de las carreras de resistencia. Se trata de un reto de superación personal, donde cada corredor se enfrenta a su mejor versión en un recorrido que combina exigencia y emoción. Pero su impacto va mucho más allá de la línea de meta. Cada edición mueve miles de personas, genera ingresos en múltiples sectores y pone el nombre de la ciudad en el mapa de turismo deportivo.
El impacto económico: un retorno x25 para Almería
Los estudios realizados por Lidera Sport Consulting confirman que eventos como la G-RACE generan un retorno de hasta 25 veces la inversión realizada por la ciudad sede. En la edición de 2024, se estima que el impacto económico en Almería superará el medio millón de euros, una cifra que multiplica por diez los datos de las primeras ediciones. Con más de 2.000 participantes previstos, el evento se consolida como una cita imprescindible dentro del calendario deportivo y una oportunidad de crecimiento para numerosos sectores locales.
La hostelería, la restauración, el transporte y el comercio local se verán beneficiados por la llegada masiva de corredores y acompañantes, quienes, además de competir, aprovecharán su estancia en la ciudad para conocer sus atractivos turísticos. Este impacto transversal no solo supone un impulso económico inmediato, son que también refuerza la imagen de Almería como un destino idóneo para la organización de grandes eventos.
Un evento con tres protagonistas: patrocinadores, organizadores y ciudad sede
Para las marcas que apuesta por la G-RACE como patrocinadoras, este evento representa la plataforma de gran visibilidad y conexión como un público activo. La presencia en redes sociales, medios de comunicación y la publicidad en el propio evento ofrecen una exposición de gran valor, fortaleciendo su posicionamiento en el mercado. Además, la interacción directa con los participantes y asistentes permite desarrollar estrategias de marketing más eficaces, basadas en experiencias reales y cercanas.
Desde el punto de vista organizativo, la G-RACE ha perfeccionado su metodología de medición y proyección de impacto gracias a la experiencia adquirida en ediciones anteriores, como la celebrada en Sevilla. Lidera Sport Consulting ha aplicado un modelo de análisis mejorado, con datos que reflejan con precisión el crecimiento del evento y su impacto en la ciudad. Con más de 2.000 participantes previstos para la edición de 2025, se espera una afluencia de público que consolidará la G-RACE como una de las pruebas híbridas en pleno proceso de crecimiento.
Las entidades locales también han identificado este evento como una oportunidad estratégica para la ciudad. La G-RACE no solo promueve la práctica deportiva y la vida saludable, sino que también genera actividad económica en sectores calve. La llegada de corredores de diferentes regiones estimula el turismo y potencia la oferta comercial y de ocio, contribuyendo al desarrollo sostenible de la ciudad. Además, la difusión mediática de la carrera proyecta una imagen positiva de Almería a nivel nacional, favoreciendo futuras inversiones y el crecimiento de nuevo eventos deportivos.