Saltar al contenido

La construcción de una nueva profesión: El gestor deportivo

En los últimos cuarenta años hemos asistido al nacimiento de una nueva profesión: el gestor deportivo. En este tiempo, los cambios en muchos aspectos de la sociedad, la ciencia, la economía o la tecnología –sobre todo de ésta- han generado la aparición de nuevas y múltiples profesiones hasta ese momento inimaginables. La del gestor deportivo es una de ellas.

Desarrollo deportivo y desarrollo de una profesión.

Efectivamente, el desarrollo de la profesión de “gestor deportivo” ha sido simultánea al avance e impulso del deporte, en su concepto más amplio que fija la Carta Europea del Deporte de 1992, como fenómeno social y cultural. El desarrollo y sensibilización del deporte ha sido paralelo al nacimiento de esta profesión, o ha propiciado la misma. Dicho de otra manera, la importancia que el deporte ha adquirido para nuestras sociedades ha llevado a la necesidad de profesionalizar su dirección y gestión, y, por lo tanto, al nacimiento de la figura del gestor deportivo.

En nuestros países, todo empezó con la democracia de la década de los setenta, con nuestra entrada en la Unión europea en los ochenta y con el impulso que las administraciones locales le dieron a la construcción de infraestructuras deportivas y servicios para la ciudadanía: las entidades locales fueron las principales impulsoras de la democratización de la práctica.

En los años ochenta del siglo pasado, pocas personas hablaban de ser “gestor deportivo”, aunque sería faltar a la verdad si no reconociese que había gestores deportivos; los había, porque existían algunas instituciones deportivas solventes –clubes y federaciones nacionales- que tenían figuras profesionales de gestión y dirección; pero eran excepciones, y la mayoría de quienes en aquellos años empezábamos a trabajar en ese ámbito procedíamos de la educación física, la preparación física o del entrenamiento deportivo, en ningún caso de la gestión.

¿Qué factores han influido en la generación de la profesión de gestor deportivo?

Cinco han sido, desde mi punto vista, los factores fundamentales sobre los que se ha cimentado el nacimiento de la profesión de gestor deportivo:

  1. El primero ha sido el impulso del sector público a la promoción del deporte; las entidades locales primero y las Comunidades Autónomas después, han dedicado enormes recursos a la práctica deportiva. La ciudadanía demandaba instalaciones y actividades, la Ley lo posibilitaba y los alcaldes democráticos, con mayor o menor acierto, respondieron plenamente. Las propias asociaciones de gestores deportivos nacen, sobre todo, de los técnicos municipales que se encargaban de las organizaciones y servicios, de las instalaciones o de la promoción de actividades. De técnicos pasamos a gestores.
  2. El segundo factor tiene que ver con el la dimensión económica del deporte, con el incremento de la capacidad de compra de la población en este mismo periodo y la transformación del deporte en un objeto de consumo –tanto el espectáculo y el deporte profesional, que son la base de la industria del entretenimiento actual, como de la práctica deportiva-, con el desarrollo de una industria deportiva, todo ello consecuencia a su vez del incremento de la sensibilización de la ciudadanía por el fenómeno deportivo. La importancia económica del deporte ha propiciado la aparición de numerosos nichos para la generación de profesiones en el deporte y, en nuestro caso, del profesional de la gestión del deporte.
  3. El tercer lugar, la preocupación por la salud por parte de las personas, que es la razón fundamental por la que éstas se incorporan o mantienen la práctica deportiva, y que está propiciando el desarrollo de nuevos centros, programas y alternativas de práctica. Esos centros, programas o servicios no pueden estar basados en el voluntariado. La salud es un tema demasiado serio para que no haya profesionales al frente, también en la gestión. La evidencia científica entre la actividad física y la salud es tan abrumadora que en ese ámbito está uno de los nichos de desarrollo futuro de la profesión.
  4. En cuarto lugar, señalar la “normativización” del deporte como factor también importante: en la medida en que el deporte forma parte de la sociedad y deja de ser una actividad marginal o secundaria, ésta se normativiza, se publican leyes, reglamentos, instrucciones; se necesitan permisos, licencias, autorizaciones, seguros; la responsabilidad que asumen los promotores de la actividad física o de iniciativas deportivas es cada vez mayor; en gran parte el deporte también se burocratiza en exceso. Todo ello ha influido en la incorporación al sector de los gestores deportivos.
  5. Por último, el papel de los medios de comunicación: aunque estos se dediquen al deporte de entretenimiento de consumo pasivo –el espectáculo deportivo, el alto rendimiento, el deporte profesional y, especialmente, de los hombres (el espacio dedicado al deporte femenino es limitado)-, esa presencia masiva del fenómeno deportivo en los medios genera en la sociedad una percepción del mismo como una actividad seria, profesional, que requiere profesionales para su gestión.

Una profesión abierta y de procedencia diversa.

Una de las características vinculadas a esta nueva profesión es la diversidad de la procedencia académica o técnica de las personas gestoras del deporte. Si en las primeras tres décadas la procedencia del gestor deportivo era la originaria de las formaciones de ciencias de la actividad física, de técnicos deportivos, de la educación física –lo que te daba una comprensión y una sensibilidad profunda del sector, pero una formación en conocimientos, herramientas y habilidades de gestión limitada-, esa procedencia va a ser más diversa y rica en el futuro y abarcará a muchas formaciones de carácter empresarial, económico, ingenierías e incluso ciencias humanas. La formación académica inicial será menos relevante que la formación complementaria posterior –la superior y la formación continua- y que la experiencia en el sector deportivo como participante activo del mismo.

Esta diversidad es, también, uno de los activos y atractivos de la profesión de gestor deportivo.

Fernando París Roche